(...) Adrian mirando el suelo, como pensando lo que El guille le contaba le dice - no es el Corazon que no nos deja olvidar, es nuestra Cabeza. Porque nuestra Cabeza es la que se previene, la que recuerda viejas desiluciones, es Ella la que nos cuida en definitiva. El Corazon solo ama, arranca, se enamora.-
Hacen unas cuadras mas, en silencio, esta vez los dos mirando las valdosas, como contandolas, y el adri interrumpe de nuevo - Si escuchamos menos a la Cabeza, podemos curarnos mas rapido, empezar de nuevo. Con el corazon podemos soñar-
EL guille abre la boca como para discuterle, pero la cierra y siguen camino (...)
OJGenco
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